El capitán Kidd, en el tablón
En el muelle de ejecuciones de Londres, cuelgan al Capitán Kidd, acusado de piratería y asesinato. En 1695, la corona británica encargó a Kidd la detención de piratas en el Mar Rojo y el Océano Índico pero, aparentemente, Kidd se convirtió en pirata por propia iniciativa en 1697.
Su mayor premio fue la captura del Quedagh Merchant, un velero británico cargado de oro y otras materias preciosas, en 1698. Denunciado por pirata, navegó a Nueva York para proclamar su inocencia, pero fue arrestado y trasladado a Londres. Kidd protagonizó un juicio por cinco cargos de piratería y uno de asesinato de un miembro de su tripulación.
Pruebas importantes se suprimieron durante el juicio y algunos observadores cuestionaron la insuficiencia de las pruebas presentadas para un fallo de culpabilidad. Convicto de todos los cargos, fue ejecutado en Londres el 23 de mayo.
En años posteriores, surgió una leyenda colorista y popular alrededor de William Kidd, incluyendo noticias de tesoros desenterrados que los buscadores de fortunas han perseguido durante siglos.
Heinrich Himmler se suicida
En 1945, en plena revolución por el fin de la Segunda Guerra Mundial, los rusos y los aliados entraron en Berlín para capturar a los responsables nazis y obligarles a rendir cuentas ante la Justicia en los juicios de Núremberg.
A principios de mayo, Himmler y un pequeño grupo de leales huyeron en un vehículo para salir de las fronteras alemanas. No obstante, fueron capturados por una unidad británica en Brandeburgo y durante las interrogaciones Himmler confesó su verdadera identidad.
Finalmente, el 23 de mayo de 1945, tras haber sido maltratado física y verbalmente, se suicidó con una cápsula de cianuro que tenía en la boca mientras los médicos le realizaban una inspección.
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